Lo siento chicas no somos perfectos. Si ya nos cuesta controlar el chorro cuando meamos nos es imposible eyacular en una cara sin salirnos de los límites establecidos. Podemos apuntar a una mejilla y mentalizarnos de que vamos a dejar ahí toda la descarga, da igual, por alguna inexplicable razón física nuestra gozo acaba en vuestro ojo. Creemos que ni los científicos del CERN van a encontrar una explicación así que solo podemos decir lo siento pero...¡Me Corro en Tu Cara!
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